viernes, 18 de noviembre de 2011

Trabajé para los mejores talleres de Radio de Esmeraldas y estuve en el ambiente radiodifusor.


Trabajo en Radio Iris, la Decana de la Emisoras Esmeraldeñas. (1965)

La “Radio Iris” era la emisora de onda corta más famosa de esmeraldas, sobre todo por los mensajes de todo tipo que se pasaban de 7 a 8 de la noche dirigidos hacia el campo. Escuche cierta noche que necesitaban un técnico de sonido para trabajar en controles, por lo que pedí la bendición a mi madre y embarque rumbo a esmeraldas, para este tiempo mi hermana Esperanza ya vivía en las Palmas, su esposo Medina laboraba en el puerto. Me presente ante el gerente propietario de la emisora don Daniel Álvarez Tenorio, quien me tomó una pruebas y me contrato de inmediato, supo que le sería muy útil por mis conocimientos de radio – electrónica y Televisión.

Trabajé para los mejores talleres de Radio de Esmeraldas y estuve en el ambiente radiodifusor.
Los talleres de Servicio Radiotécnico de los años 65-70.- Por esa época años 65 existían algunos talleres de reparación de radios entre ellos señalamos:
1.- En la 9 de Octubre y Sucre, bajos de la casa de madera esquinera muy antigua de don Diositeo Ruiz, había un Taller denominado “EL TRANSITOR”, su propietario era un señor cuencano Jaime Carrasco Zamora, blanco, colorado de buena estampa y preparación técnica, vestía con un mandil celeste, muy hábil y serio con la  palabra para convencer a sus clientes que estaban entre las familias más adineradas. Bien equipado en herramientas e instrumentos. Un buen multímetro Simpson, y un Analizador-generador de señales de la marca BK para servicio de TV, con él laboraba en calidad de aprendiz un joven llamado Luis Vera.
Don Jaime Carrasco un empresario de mucho éxito, emprendió en el comercio de electrodomésticos y cerámica cuencana, luego en ganadería y bananeras. En los últimos años no he vuelto a saber de él. Muy buena persona, me decía: José darás viendo ese radio….. con su acento cuencano, nos acompañaba muy  poco en las reuniones de la asociación. Pero siempre estaba pendiente de su gremio.
2.- En la calle Bolívar frente al parque central, donde por muchos años estuvo la Librería y Papelería “Católica”, luego Papelería Sánchez, de don Nabor Sánchez y Sra. Había un taller que impactaba con un panel con focos y pequeños instrumentos y conexiones, su propietario era don Silvino Ávila Pereira, señor de años entrados, gordo, de piel canela, usaba ya lentes, sus ayudantes eran sus hijos. Su preparación era empírica, pero se daba modos de ganarse la vida.
3.- En la calle Piedrahita y Bolívar junto a los almacenes de don Alfonso Waibel había un taller denominado “Radio Servicio Quito” de los hermanos Manuel y Telmo Torres, originarios de Quito, medianamente equipados, tenían buena clientela en la clase media y baja de Esmeraldas. Con ellos laboraba un señor Maila que también era miembro de la Banda Municipal de Esmeraldas, Un hermano menor Félix Torres de profesión profesor que estuvo haciendo sus primeros años en Muisne, y luego pasó a laborar por más de 10 años en una escuelita rural de Taquisquele, vía Tabiazo Carlos Concha, también aprendió el oficio con sus hermanos y estudiando por correspondencia. Manuel muy dinámico en el ámbito social y artesanal, miembro de la Asociación de Artesanos de Esmeraldas y de la Federación Provincial de Artesanos de Esmeraldas, luchó por la creación de la Asociación de Radiotécnicos de Esmeraldas, que unió a la clase, llegando a ser presidente luego del primer periodo de mi persona (José Arroba Cedeño).
4.- En la calle Malecón y Salinas, sector conocido como la Barraca,  en los bajos de la casa del señor Chiriboga, había un taller especializado en Rockolas, cuyo propietario era el señor José Mejía Gómez de origen guayaquileño con preparación formal técnica.
Con él laboraban unos 4 ayudantes (Curro Cevallos, Sr. N. Quiñonez, Prasca Morales, Julio Quiñonez) que se encargaban del desmontaje y limpieza de las enormes rockolas. Daban servicio a radios eléctricos y a pilas, con el laboraba también un amigo guayasense llamado  Fernando García, que luego de muchos años instaló su  taller “Sanyo” en las calles Bolívar y Salinas.
5.- Existían dos buenos técnicos preparados de institutos técnicos señor N. Marín y  Don Guillermo Drouet que laboraban para el Banco Nacional de Fomento, en la sección de telecomunicaciones, telegrafía y radiotelefonía. No instalaron taller aparte, pero hacían  vez en cuando trabajos para sus amigos, en sus domicilios. Don Guillermo Drouet pasó por los años 80 a laborar en la sección Eléctrica telefónica de Refinería Esmeraldas, de donde se jubiló por el año 2000.
6.- En los años 80 también exilian otros técnicos en radiocomunicación como Clemente Mieles, Julio César García Gracia. Helio Urriola, etc. Llegaron técnicos nuevos como los Bastidas Arias (Jaime y Héctor) que a la fecha mantienen su taller Audio Visión en la esquina de Olmedo y Juan Montalvo.  y los ayudantes de los talleres antiguos se independizaron surgieron nuevos talleres como los de los compañeros: Lenin Angulo, Jorge Prasca Morales, Germán Viera, Santiago Santos, Jorge Cevallos González (ahora radiodifusor con su emisora Radio Norte”) hecha desde su mismo taller en la malecón y Quito, sector de la platanera, etc.
Hicimos buena relación de Amistad con todos ellos por muchos años que activamos la asociación de radiotécnicos.
Mi homenaje de amigo a los técnicos que han fallecido. Silvino Ávila Pereira, Santiago Santos, Félix Torres Velásquez, Fernando García, Guillermo Drouet Arana en diciembre 26  2010  Manuel Torres Velásquez.

Cuando llegué a Esmeraldas, solicité a mi amigo Carlos Camacho, que me recomendará al mejor taller de la ciudad, y me llevó donde don José Mejía Gómez, me lo presentó y lo primero que me dijo que si sabia reparar radios a transistores, para lo que él no era muy bueno. Le manifesté que es era una de mis especialidades y de inmediato me puso a prueba con una pequeña radiola a pilas, que en menos 20 minutos la tenía lista y funcionando, me contrato a destajo o por obras. Ganaría el 30% de todo lo que yo genere en ingresos para el taller. Laboré muy  poco tiempo, el ambiente no era muy agradable por los fuertes olores a mariscos del mercado la barraca, y en las tardes toda la calle era una cantina abierta y porque la paga no era buena ni justa. Yo estimaba que debía ganar un 50%, ya que yo no era un ayudante que requería de supervisión, sino que era un profesional graduado y ya con alguna experiencia.
Ya laborando para Radio Iris ubicada en ese entonces en la calle Sucre y 9 de Octubre, altos de la casa de los Sacoto de  18:H a 24:H00, me acerqué en la mañana donde don Jaime Carrasco a solicitarle si no requería de un ayudante, me dijo que ya tenía uno, y que si yo sabía  reparar radios a transistores podíamos estar hablando, le dijo que sí y me puso una prueba. Un radio Philips y en media hora lo puso a funcionar, le impresioné y me dijo que podía quedarme a trabajar a porcentaje, me daría el 30% de los ingresos netos por reparación descontando repuestos.
Trabajé con él muy poco tiempo, porque Don Daniel Álvarez Tenorio Gerente de Radio Iris, me asignó una oficina para que trabaje en la reparación de radios y de paso me gane una platita de  5,00 sucres por cada ensanche de banda que hiciera a los radios que en esa época venían en onda corta hasta los 75 metros de  longitud. La radio se había cambiado a los 90 metros de longitud de onda y había que ajustar los radios para poderla sintonizar la nueva frecuencia de la emisora. Había mucho trabajo, decenas de radios venían de toda la provincia con la intensa propaganda que se difundía.
En la onda media no teníamos problemas, se seguía funcionando en los 1.450 Kilociclos con la dificultad que  esta frecuencia sólo era local escuchándose solo en la ciudad y a los alrededores. Mientras que la onda corta que se encendía en la noche con 1KW de potencia se llegaba hasta lejanos países cuyos reportes recibíamos de vez en cuando. 
(en esa época los radios de buena marca eran muy complicados, sobre todo los  europeos Philips, Grundig, y Telefunken, que tenían circuitos y componentes exclusivos, no así los pocos japoneses que estaban llegando Sanyo, Nivico, Sony, Onkyo que tenían componentes (estándares japoneses) y se podían intercambiar sus repuestos).
En la radio Iris hice muchas amistades, entre los operadores,(Segundo Quintero, Prof. César Cabrera, Julio Mieles) locutores comerciales y deportivos,(Wagner Mina Obando, Beto Méndez, Ronald Murillo Cabrera, don Roque Motato, comentarista deportivo, con la secretaria Rosita de Nazareno, con don Raúl Delgado Garay, Director de noticias y luego de irse unos años a los EEUU, regreso con equipos para instalar su propia emisoras la famosa “Radio Unión” donde laboran hasta ahora su esposa e hijos y un fiel locutor y animador profesor Harold Mosquera Ortiz; entre los colegas radiodifusores; don Héctor Endara E. gerente de “La Voz de Esmeraldas” y sus colaboradores Horacio Mendoza Díaz, (Horasmendi), Alberto (Beto) Estupiñán, La Estación de la Alegría” con su gerente Julio Plaza Rada, y con su locutor estrella Luis Kohn Viteri; a quienes algunas veces les presté mis servicios cuando por alguna razón no tenían a sus técnicos a la mano.
Muchas amistades también entre los animadores y aficionados al canto y la música. Conocí a Petita Palma Piñeiro, dinámica folklorista, que hasta el momento sigue laborando con su grupo que ha recorrido muchos países de América y el mundo. Su hija Flor María Pinargoti como otros jóvenes artistas destacaron desde los programas de aficionados al canto que realizaba su  madre. Flor María se casó con mi amigo  muisneño y mi primer locutor de “Radio La Voz de las Palmeras”  Luis Velasco León, los cuales siguieron cultivando el canto, con la hermosa voz que les dotó el creador. Lucho es locutor de Radio Antena Libre sigue ejerciendo su pasión que es estar en la radio.
En uno de los concursos de Morena Linda que realizaba la Radio Iris, me impresionó una linda negra de pelo lacio, alta hermosa, Alicia se llamaba, con quienes cultivamos una linda amistad y salíamos juntos a todas partes por unos pocos meses. Mamá se enteró que estaba de noviazgo con una negra y vino de Muisne a llevarme, que estaba muy joven 19 años, que no era tiempo de comprometerme, que primero tenía que estabilizarme económicamente, para que sea responsable de un hogar,  por no disgustar a mi adorada madre, me regresé a Muisne, tal vez no quería lo suficiente a mi amiga Alicia, luego de unos meses me visitó en Muisne conversamos y no llegamos a nada, cada cual cogió su camino.
Decidí instalarme unos años en Muisne  y servir a mi pueblo. Ejercí actividad deportiva con el Club Juvenil, llegando a ser Presidente de Liga Deportiva Cantonal, actividad política, siendo electo concejal suplente, educativas con  la creación del Colegio Nacional “Alfredo Peréz Guerrero” donde fui alumno fundador, presidente de la Asociación de Estudiantes Secundarios, instalé una radioemisora “la Voz de las Palmeras” que tuve que cerrar a los 5 meses por no tener los permisos correspondientes; realicé algunos programas de aficionados, actividades que reseñaré en otros apartados con más detalles. Pero fueron sólo 4 años, porque en el 1969 tuve que abandonar mi isla querida en busca de educación media y superior en Esmeraldas.