Trabajo en Radio Iris, la Decana de la Emisoras Esmeraldeñas. (1965)
La “Radio Iris” era la
emisora de onda corta más famosa de esmeraldas, sobre todo por los mensajes de
todo tipo que se pasaban de 7 a 8 de la noche dirigidos hacia el campo. Escuche
cierta noche que necesitaban un técnico de sonido para trabajar en controles,
por lo que pedí la bendición a mi madre y embarque rumbo a esmeraldas, para
este tiempo mi hermana Esperanza ya vivía en las Palmas, su esposo Medina
laboraba en el puerto. Me presente ante el gerente propietario de la emisora
don Daniel Álvarez Tenorio, quien me tomó una pruebas y me contrato de
inmediato, supo que le sería muy útil por mis conocimientos de radio –
electrónica y Televisión.
Trabajé para los mejores talleres de Radio de Esmeraldas y estuve en el ambiente
radiodifusor.
Los talleres de Servicio Radiotécnico de los años 65-70.- Por esa época años 65
existían algunos talleres de reparación de radios entre ellos señalamos:
1.- En la 9 de Octubre y Sucre, bajos de la casa de madera esquinera muy antigua de don Diositeo Ruiz,
había un Taller denominado “EL TRANSITOR”, su propietario era un señor cuencano
Jaime Carrasco Zamora, blanco, colorado de buena estampa y preparación técnica,
vestía con un mandil celeste, muy hábil y serio con la palabra para convencer a sus clientes que
estaban entre las familias más adineradas. Bien equipado en herramientas e
instrumentos. Un buen multímetro Simpson, y un Analizador-generador de señales
de la marca BK para servicio de TV, con él laboraba en calidad de aprendiz un
joven llamado Luis Vera.
Don Jaime Carrasco un empresario
de mucho éxito, emprendió en el comercio de electrodomésticos y cerámica
cuencana, luego en ganadería y bananeras. En los últimos años no he vuelto a
saber de él. Muy buena persona, me decía: José darás viendo ese radio….. con su
acento cuencano, nos acompañaba muy poco
en las reuniones de la asociación. Pero siempre estaba pendiente de su gremio.
2.- En la calle Bolívar
frente al parque central, donde por muchos años estuvo la Librería y Papelería
“Católica”, luego Papelería Sánchez, de don Nabor Sánchez y Sra. Había un
taller que impactaba con un panel con focos y pequeños instrumentos y
conexiones, su propietario era don Silvino Ávila Pereira, señor de años
entrados, gordo, de piel canela, usaba ya lentes, sus ayudantes eran sus hijos.
Su preparación era empírica, pero se daba modos de ganarse la vida.
3.- En la calle Piedrahita y
Bolívar junto a los almacenes de don Alfonso Waibel había un taller denominado
“Radio Servicio Quito” de los hermanos Manuel y Telmo Torres, originarios de
Quito, medianamente equipados, tenían buena clientela en la clase media y baja
de Esmeraldas. Con ellos laboraba un señor Maila que también era miembro de la
Banda Municipal de Esmeraldas, Un hermano menor Félix Torres de profesión
profesor que estuvo haciendo sus primeros años en Muisne, y luego pasó a
laborar por más de 10 años en una escuelita rural de Taquisquele, vía Tabiazo
Carlos Concha, también aprendió el oficio con sus hermanos y estudiando por
correspondencia. Manuel muy dinámico en el ámbito social y artesanal, miembro
de la Asociación de Artesanos de Esmeraldas y de la Federación Provincial de
Artesanos de Esmeraldas, luchó por la creación de la Asociación de
Radiotécnicos de Esmeraldas, que unió a la clase, llegando a ser presidente
luego del primer periodo de mi persona (José Arroba Cedeño).
4.- En la calle Malecón y
Salinas, sector conocido como la Barraca,
en los bajos de la casa del señor Chiriboga, había un taller
especializado en Rockolas, cuyo propietario era el señor José Mejía Gómez de
origen guayaquileño con preparación formal técnica.
Con él laboraban unos 4
ayudantes (Curro Cevallos, Sr. N. Quiñonez, Prasca Morales, Julio Quiñonez) que se
encargaban del desmontaje y limpieza de las enormes rockolas. Daban servicio a
radios eléctricos y a pilas, con el laboraba también un amigo guayasense
llamado Fernando García, que luego de
muchos años instaló su taller “Sanyo” en
las calles Bolívar y Salinas.
5.- Existían dos buenos
técnicos preparados de institutos técnicos señor N. Marín y Don Guillermo Drouet que laboraban para el
Banco Nacional de Fomento, en la sección de telecomunicaciones, telegrafía y
radiotelefonía. No instalaron taller aparte, pero hacían vez en cuando trabajos para sus amigos, en
sus domicilios. Don Guillermo Drouet pasó por los años 80 a laborar en la
sección Eléctrica telefónica de Refinería Esmeraldas, de donde se jubiló por el
año 2000.
6.- En los años 80 también
exilian otros técnicos en radiocomunicación como Clemente Mieles, Julio César
García Gracia. Helio Urriola, etc. Llegaron técnicos nuevos como los Bastidas
Arias (Jaime y Héctor) que a la fecha mantienen su taller Audio Visión en la
esquina de Olmedo y Juan Montalvo. y los
ayudantes de los talleres antiguos se independizaron surgieron nuevos talleres
como los de los compañeros: Lenin Angulo, Jorge Prasca Morales, Germán Viera,
Santiago Santos, Jorge Cevallos González (ahora radiodifusor con su emisora
Radio Norte”) hecha desde su mismo taller en la malecón y Quito, sector de la
platanera, etc.
Hicimos buena relación
de Amistad con todos ellos por muchos años que activamos la asociación de
radiotécnicos.
Mi homenaje de amigo a
los técnicos que han fallecido. Silvino Ávila Pereira, Santiago Santos, Félix
Torres Velásquez, Fernando García, Guillermo Drouet Arana en diciembre 26 2010 Manuel
Torres Velásquez.
Cuando llegué a
Esmeraldas, solicité a mi amigo Carlos Camacho, que me recomendará al mejor
taller de la ciudad, y me llevó donde don José Mejía Gómez, me lo presentó y lo
primero que me dijo que si sabia reparar radios a transistores, para lo que él
no era muy bueno. Le manifesté que es era una de mis especialidades y de
inmediato me puso a prueba con una pequeña radiola a pilas, que en menos 20
minutos la tenía lista y funcionando, me contrato a destajo o por obras.
Ganaría el 30% de todo lo que yo genere en ingresos para el taller. Laboré
muy poco tiempo, el ambiente no era muy
agradable por los fuertes olores a mariscos del mercado la barraca, y en las
tardes toda la calle era una cantina abierta y porque la paga no era buena ni
justa. Yo estimaba que debía ganar un 50%, ya que yo no era un ayudante que
requería de supervisión, sino que era un profesional graduado y ya con alguna
experiencia.
Ya laborando para Radio
Iris ubicada en ese entonces en la calle Sucre y 9 de Octubre, altos de la casa
de los Sacoto de 18:H a 24:H00, me
acerqué en la mañana donde don Jaime Carrasco a solicitarle si no requería de
un ayudante, me dijo que ya tenía uno, y que si yo sabía reparar radios a transistores podíamos estar
hablando, le dijo que sí y me puso una prueba. Un radio Philips y en media hora
lo puso a funcionar, le impresioné y me dijo que podía quedarme a trabajar a
porcentaje, me daría el 30% de los ingresos netos por reparación descontando
repuestos.
Trabajé con él muy poco
tiempo, porque Don Daniel Álvarez Tenorio Gerente de Radio Iris, me asignó una
oficina para que trabaje en la reparación de radios y de paso me gane una
platita de 5,00 sucres por cada ensanche
de banda que hiciera a los radios que en esa época venían en onda corta hasta
los 75 metros de longitud. La radio se
había cambiado a los 90 metros de longitud de onda y había que ajustar los
radios para poderla sintonizar la nueva frecuencia de la emisora. Había mucho
trabajo, decenas de radios venían de toda la provincia con la intensa propaganda que
se difundía.
En la onda media no
teníamos problemas, se seguía funcionando en los 1.450 Kilociclos con la
dificultad que esta frecuencia sólo era
local escuchándose solo en la ciudad y a los alrededores. Mientras que la onda
corta que se encendía en la noche con 1KW de potencia se llegaba hasta lejanos
países cuyos reportes recibíamos de vez en cuando.
(en esa época los radios
de buena marca eran muy complicados, sobre todo los europeos Philips, Grundig, y Telefunken, que
tenían circuitos y componentes exclusivos, no así los pocos japoneses que
estaban llegando Sanyo, Nivico, Sony, Onkyo que tenían componentes (estándares
japoneses) y se podían intercambiar sus repuestos).
En la radio Iris hice
muchas amistades, entre los operadores,(Segundo Quintero, Prof. César Cabrera,
Julio Mieles) locutores comerciales y deportivos,(Wagner Mina Obando, Beto
Méndez, Ronald Murillo Cabrera, don Roque Motato, comentarista deportivo, con
la secretaria Rosita de Nazareno, con don Raúl Delgado Garay, Director de
noticias y luego de irse unos años a los EEUU, regreso con equipos para
instalar su propia emisoras la famosa “Radio Unión” donde laboran hasta ahora
su esposa e hijos y un fiel locutor y animador profesor Harold Mosquera Ortiz;
entre los colegas radiodifusores; don Héctor Endara E. gerente de “La Voz de
Esmeraldas” y sus colaboradores Horacio Mendoza Díaz, (Horasmendi), Alberto
(Beto) Estupiñán, La Estación de la Alegría” con su gerente Julio Plaza Rada, y
con su locutor estrella Luis Kohn Viteri; a quienes algunas veces les presté
mis servicios cuando por alguna razón no tenían a sus técnicos a la mano.
Muchas amistades también
entre los animadores y aficionados al canto y la música. Conocí a Petita Palma
Piñeiro, dinámica folklorista, que hasta el momento sigue laborando con su
grupo que ha recorrido muchos países de América y el mundo. Su hija Flor María
Pinargoti como otros jóvenes artistas destacaron desde los programas de
aficionados al canto que realizaba su
madre. Flor María se casó con mi amigo
muisneño y mi primer locutor de “Radio La Voz de las Palmeras” Luis Velasco León, los cuales siguieron
cultivando el canto, con la hermosa voz que les dotó el creador. Lucho es
locutor de Radio Antena Libre sigue ejerciendo su pasión que es estar en la
radio.
En uno de los concursos
de Morena Linda que realizaba la Radio Iris, me impresionó una linda negra de
pelo lacio, alta hermosa, Alicia se llamaba, con quienes cultivamos una linda
amistad y salíamos juntos a todas partes por unos pocos meses. Mamá se enteró que
estaba de noviazgo con una negra y vino de Muisne a llevarme, que estaba muy
joven 19 años, que no era tiempo de comprometerme, que primero tenía que
estabilizarme económicamente, para que sea responsable de un hogar, por no disgustar a mi adorada madre, me
regresé a Muisne, tal vez no quería lo suficiente a mi amiga Alicia, luego de
unos meses me visitó en Muisne conversamos y no llegamos a nada, cada cual
cogió su camino.
Decidí instalarme unos
años en Muisne y servir a mi pueblo. Ejercí
actividad deportiva con el Club Juvenil, llegando a ser Presidente de Liga
Deportiva Cantonal, actividad política, siendo electo concejal suplente,
educativas con la creación del Colegio
Nacional “Alfredo Peréz Guerrero” donde fui alumno fundador, presidente de la
Asociación de Estudiantes Secundarios, instalé una radioemisora “la Voz de las
Palmeras” que tuve que cerrar a los 5 meses por no tener los permisos
correspondientes; realicé algunos programas de aficionados, actividades que
reseñaré en otros apartados con más detalles. Pero fueron sólo 4 años, porque
en el 1969 tuve que abandonar mi isla querida en busca de educación media y
superior en Esmeraldas.
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